miedo escénico.

Miedo al olvido. A ser olvidado y dejar de ser necesario.

El suelo del escenario está entresijado, baldosas de madera fina y agrietada; vieja por el paso del tiempo. Por los actos vividos.
Bailes descalzos al son de tambores, con ritmo de palpitaciones, de arritmias y soplos.
Miedo a tropiezos con compañeros de obra, miedo al olvido, y miedo a los apuntadores.
Trasgibersar palabras de momento es gratuito. Olvidarlas e inventarlas se llama improvisación.